Nació en Viena el 3 de diciembre de 1895,Después de terminar sus estudios secundarios en 1912 en el Liceo Cottage en Viena, completó su formación como profesora y trabajó como maestra con niños durante cinco años.Adquirió un conocimiento del psicoanálisis al lado de este selecto grupo, al que sólo algunos grandes médicos y pensadores de la época tenían acceso.
La principal contribución de Anna Freud fue descubrir que los niños a menudo requieren diferentes tratamientos psicológicos que los adultos, y destacó el papel que los primeros trastornos en el apego entre padres e hijos podrían desempeñar en el desarrollo posterior y sus problemas psicológicos. Su trabajo estudiando a niños que habían sufrido, sentó las bases para la investigación posterior.
Anna Freud describió muchos mecanismos de defensa, algunos de los cuales son:
- La represión: la supresión de pensamientos que provocan ansiedad.
- Proyección: ver los propios rasgos negativos en otra persona.
- Desplazamiento: la transferencia de sentimientos negativos en una persona diferente. Por ejemplo, una mujer puede desplazar a su rabia hacia su madre o sobre su terapeuta.
- Regresión: volver a una edad más joven psicológica mente. Los niños pequeños traumatizados, por ejemplo, pueden “olvidar” etapas de conocimiento ya superadas.
En 1922 ingresó a la Sociedad Psicoanalítica de Viena. Allí presentó un primer trabajo llamado Fantasmas y ensueños diurnos de un niño golpeado. Como resultado de sus posteriores investigaciones en este mismo campo, en 1927 se publicó su obra titulada El tratamiento psicoanalítico de niños.
Sus primeras teorías sobre el análisis de niños fueron publicadas en una obra llamada Introducción a la técnica del psicoanálisis de niños. En este trabajo, Anna Freud se dedicó a hacer una crítica de las teorías de Melanie Klein.
Durante su carrera como psicoanalista se dedicó a ampliar y a perfeccionar las ideas y teorías de su padre. Pero a diferencia de este, no trabajó con adultos sino que las adaptó a la psicología infantil y adolescente.
Los intereses de Anna Freud eran más prácticos que teóricos. Para trabajar con niños, era necesario crear una técnica diferente. A diferencia de los adultos, en la vida de los niños, los padres forman una gran parte de su vida y eso es algo que los terapeutas no pueden usurpar.
La idea de Anna era convertirse en algún tipo de autoridad para el paciente, pero no actuando como un padre o como otro niño, sino más bien como un adulto cuidadoso.
El trabajo de la psicoanalista puso de relieve uno de los problemas que tenía que enfrentar el análisis de niños. Sus habilidades simbólicas no se encuentran en el mismo nivel de desarrollo que los adultos, por lo que presentan problemas al momento de ver balizar sus emociones. La ventaja en este caso es que sus problemas están más cerca de la superficie y esto permite que puedan expresarse sin menos simbolismo, de forma más directa.
El aporte más importante de Anna Freud fue el que realizó en su libro El Yo y los mecanismos de defensa en 1936. En esta obra la autora presentó una descripción bastante clara del funcionamiento de los mecanismos de defensa. Allí es donde establece los cimientos de la psicología del ego.
Este postulado se basa en la capacidad que tiene el Yo de decidir, así como de enfrentar su entorno físico e interpersonal. Según lo planteado, el Ello ataca constantemente al Yo. Por lo que esta nueva psicología buscaba reducir el estado de ansiedad o tensión del sujeto para que este pudiera conseguir dominar su propia vida. Anna se centró en la niñez porque creía que esta implicaba la base del desarrollo cognitivo, conductual y emocional. Así que pensaba que si era capaz de corregir algún tipo de conflicto antes de que el niño llegara a la etapa de maduración, podrían evitarse problemas en las etapas del desarrollo.
La importancia de las relaciones tempranas
Anna Freud defendió a lo largo de toda su vida la necesidad de cuidar y atender las las relaciones tempranas de un niño como mecanismo esencial para su correcto desarrollo. Sus trabajos sobre los pequeños que habían sufrido abandono o negligencia extrema, por ejemplo, sentaron las bases para múltiples investigaciones posteriores. Asimismo, otra iniciativa pionera fue la recomendación de que los niños no debían estar hospitalizados más de lo necesario, ni permanecer un tiempo excesivo en orfanatos en caso de orfandad o abandono. Los niños necesitan la cercanía familiar y la figura materna. Toda distancia del seno familiar (figuras de referencia) ocasiona estrés, miedo, y tiene un impacto en la mente del niño y en su desarrollo psíquico.
Anna Freud pretendió que el funcionamiento de sus centros de acogida se basara en las “unidades de familia”. De ese modo, toda criatura abandonada o traumatizada por los efectos de la guerra encontraba en estas instituciones otros compañeros (hermanos) y una madre suplente o psicoterapeuta que trataba los traumas y las pesadillas recurrentes de aquellos pequeños.
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